Suspensión
de la celebración 2020 nos hará valorar aún más este evento de clase mundial:
Celebración del Año Nuevo en el Mar nació como una idea visionaria de Liga Marítima de Chile
Desde 1952 que se viene realizando el espectáculo
pirotécnico en la Bahía de Valparaíso. Desde 1964 pasó a ser organizado por
municipio porteño, al que luego se sumaron Viña el Mar y Concón. Son decenas de
generaciones que han nacido y crecido celebrando la llegada del año nuevo en el
mar.
A 68 años del primera celebración del «Año
Nuevo en el Mar», Liga Marítima de Chile recuerda la iniciativa visionaria de
su socio director, Ernesto Dighero, quien con la convicción institucional de promover
actividades vinculadas al mar y de generar una atracción turística para
Valparaíso, lanzó la idea de celebrar anualmente la llegada del nuevo año, a
través de un espectáculo pirotécnico en el mar, propuesta que fue respaldada por
la entidad durante más de una década, pasando posteriormente su organización en
1964 a manos del municipio porteño, una vez consolidada como una actividad de categoría
mundial.
Así lo dio a conocer el Presidente de
Liga Marítima, Miguel A. Vergara Villalobos, quien recuerda que la suspensión de
la celebración de este Año Nuevo en el Mar producto de la pandemia que estamos
viviendo, nos permitirá valorar aún más este importante espectáculo que es
parte de la vida de muchas generaciones que han nacido y crecido celebrando de
esta forma la llegada del nuevo año; y de millones de personas más que, año a
año, vienen a la región precisamente a ver los fuegos artificiales.
Capítulo “Año Nuevo en el Mar”
En el libro ‘Cien años creando Conciencia
Marítima Nacional’, elaborado para el 100° Aniversario de la Liga, el capítulo “Año
Nuevo en Mar” narra la historia en detalle de lo que fue esta iniciativa pionera
de traer a la Bahía de Valparaíso un espectáculo pirotécnico de este tipo.
“La Liga apoyó decididamente la
iniciativa, coordinando con la Armada, para que esa noche ubicara los buques
fuera de la poza de abrigo, distribuidos a lo largo de la bahía, con empavesado
eléctrico completo que delineara su silueta. La idea era que, justo a la
medianoche, los buques apagaran su iluminación e hicieran juego de reflectores,
cuyos haces de luz debían cruzar el firmamento entre los fuegos artificiales.
Además, se les solicitó la colaboración a las compañías navieras para que sus
remolcadores y barcos surtos ese día en Valparaíso hicieran otro tanto. A esto
se agregaban los pitos y sirenas de todos los buques”, se explica en el libro que
recopila la vida institucional de esta centenaria institución.
Valparaíso, 30 diciembre del 2020